domingo, 28 de febrero de 2021

PATRIA

 

El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes?

Patria de Fernando Aramburu es una novela íntima, profunda. Que demuestra lo malo del fanatismo y el nacionalismo mal entendido. Familias rotas, silencios cómplices, corazones partidos. Sin embargo, aun flotan sentimientos nobles y el perdón será la única forma de dar tranquilidad a las almas y aliviar la desazón. Lograr la Paz.

La historia esta dividida por el punto de vista de dos familias, ambas oriundas de la parte más profunda del país vasco, vecinos de toda la vida y aun así con una vida trastocada por la época mas oscura de la banda ETA.

Por un lado, tenemos a tenemos a Bittori, la viuda del Txato, una mujer entrada en años, que desde el asesinato de su marido, no había querido volver al lugar donde todo ocurrió. Tiene dos hijos, el Doctor Xabier, una persona taciturna y triste, que vive por y para trabajar, y solo se preocupa por su madre. Nerea, una mujer con una historia de diversas relaciones fracasadas, incapaz de concebir hijos, el principal motivo de su separación.

Txato, propietario de una empresa de transporte, con un nivel adquisitivo alto. Empieza a ser presionado por ETA por esta circunstancia, exigiéndole el conocido “impuesto revolucionario”. La mayor parte de sus trabajadores lo toman por un opresor, y no dudaran de boicotearlo en todos los niveles. Sufrirá el acoso y el abandono de todo su circulo cercano, hasta que el chantaje por parte de eta acabará con su vida.



La otra familia protagonista la compone Miren, una señora bastante amargada, que debido al encarcelamiento de su hijo Joxe Mari, se convierte en una fanática de ETA y de todo lo que representa. Amiga de juventud de Bittori, y vecinas de toda la vida, representa al rencor en la novela.

Josean es el marido de Miren, un hombre sencillo y trabajador, gran amante del ciclismo y muy amigo del Txato. La presión y el miedo lo hacen abandonar a su compañero. Vivirá con una amargura y remordimientos constantes.

Joxe Mari, Idealista y un modelo de vasco autentico para sus amigos. Su sueño es convertirse en un miembro de la banda, para que puedan liberarse del yugo del estado. Sus decisiones lo llevan a la prisión, donde tiene momentos en los que se pregunta si todo lo que hizo tuvo algún propósito real por su gente.

Arantxa y Gorka. La hija de Miren representa el lado apuesto de su madre, amable, honesta, gentil, queda medio paralizada y solo puede comunicarse con un aparto. Necesita de ayuda constante para su día a día. Representa la esperanza y la bondad. Conmueve su fortaleza y su fuerte voluntad de vivir. Gorka es el hijo tímido e inteligente de la familia, la salida de casa de su hermano, le da la oportunidad de poder crecer, teniendo un gran futuro como escritor y orador en la radio por su dominio del euskera. Sensible y considerado, poco tiene que ver con las ideologías de la gente de su edad, y pronto empieza distanciarse de ese ambiente, por considerarlo erróneo y hostil.

En definitiva, es un libro entretenido de leer, que te engancha sin saberlo. Cada vez quieres saber más y por qué. Los saltos en el tiempo no son santos de mi devolución, pero no visualizo otra manera de hilar esta historia, si no con esta madeja de enredo y desenredo. Personalmente me sobra muchos de los cambios bruscos y las descripciones de algunas situaciones que no me aportan nada.

Pero lo que esta claro que el autor sabía donde quería llegar desde el principio, ya que todo esta orientado a ese gran final, que desde luego, lleva píe a muchas interpretaciones, y es un final satisfactorio como pocos.

Un libro recomendado, que a pesar del hype de la serie, desde luego no puede faltar como lectura obligatoria.